ÉRASE UNA VEZ UN REINO, NO TAN LEJANO,
lleno de regalos y de cosas tan originales que hacían que cada persona que llegara a él encontrara un objeto maravilloso, lleno de dedicación, personalidad y buen gusto. Los que allí habitaban poseían una magia muy poderosa en sus manos, que transformaba la nada en objetos muy valiosos y de una belleza admirable. Tanta era su fama y tanto se hablaba de lo asombroso que era su interior, que se convirtió en un lugar de visita para todos aquellos que apreciaban a sus seres queridos y deseaban que la suerte les acompañara con uno de los productos que allí creaban.
Sorprendentemente, no había que hacer largas caminatas para llegar a él, pues se encontraba en un lugar de paso para todos los habitantes de la ciudad. Sólo se necesitaba el deseo de sorprender, el valor de admirar y la capacidad de querer para adentrarse en él.
Dicen que una parte de ese reino llegó hasta nuestros días y se encuentra, desde principios de 2014, en el centro de Albacete, concretamente en la Avenida Ramón y Cajal 17. Aunque aparece camuflado bajo el aspecto de una bonita tienda, todavía conserva en su interior la magia y el poder de sorprender que en su día poseía.
Su nombre: El Reino de los Regalos.
No hay nada como ver la sonrisa de una persona, con un regalo original que no espera.